Sin lugar a dudas el mejor y más pegadizo jingle de la historia pertenece a este ochenterísimo comercial lanzado en 1981 por Oliver Goldsmith, preparaos para una buena temporada de tarareo incontrolado y que conste que os avisamos antes de que le deis al play que resulta sumamente adictivo ¡¡
Una auténtica joya del «advertising» perteneciente a la época más discotequera de la historia, Glamour, Saturación, Insinuación que roza la provocación, Mostachos perfilados, Carmín, lenguas humedas-labios carnosos, escotes de infarto, Ostentación , Piscinas & trajes de etiqueta, Barroquismo , mucho pero que muuucho sexo subyaciente y un clon de Clark Gable son ingredientes fundamentales en estos ventipocos segundos que sirven para resumir perfectamente lo que supusieron los ochenta y no solo en lo que a cultura oftálmica se refiere.
Si pensabáis que las campañas fotografiadas por Terry Richardson para Tom Ford eyewear resultaban muy «subiditas» de tono simplemente pensad que este «documercial» se emitia hace más de tres décadas ¡¡ y si de paso os paraás a analizar la estética de los «looks» pertenecientes a este anuncio seguro que antes de que termine la melodia de «Googles» os daréis cuenta de donde sacó la idea Mr Tom Ford para su exitosa campaña publicitaria que se prolonga desde 2006 hasta hoy en dia, y que conste que no le culpamos en absoluto, cuando las fuentes de las que bebe su inspiración son tan insuperables… para que cambiar ¡¡